LOMCE
¡Saludos blogueros!
Ya estamos de
vuelta tras las vacaciones, y lo hacemos con un tema que está a la orden del
día: la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa.
Ante esto, a
continuación hacemos una reflexión sobre nuestra opinión acerca de dicha ley.
En primer
lugar, uno de esos inconvenientes que encontramos es que los maestros que se
especializan en una materia concreta, como los maestros de idiomas extranjeros
(como francés), o cualquier otra asignatura que quieren poner como “optativa”,
como la de música y educación artística, sólo estarán en los centros educativos
en los que los padres de los niños hayan optado por elegir esa materia. Y ello
conlleva, la elección de una sola asignatura optativa. Si el niño o los padres
quisieran que su hijo diera varias de esas asignaturas, no tendría derecho a
cursarlas. Ya que solo es una de todas.
En nuestro
caso, algunas de las compañeras estamos interesadas en hacer la mención en
francés por lo que esto nos afecta directamente.
Al igual que,
con respecto a la opción de elegir religión o educación ciudadana (“ética”).
Aunque estas dos asignaturas, sí que pueden elegirlas las dos a la vez, porque
se les presentan en ambos lugares. Sin embargo, francés o educación artística,
ambas no pueden ser elegidas para cursarlas. No obstante, no digo que estas
asignaturas no puedan ser cursadas, cada
persona debería ser libre de elegir la asignatura que quisiera, como si se
quiere cursar todas las asignaturas.
Los niños han
de desarrollar sus habilidades, capacidades, imaginación, destrezas, etc. Y
esto significa, que han de cursar las diferentes asignaturas que hagan posible
ese desarrollo, para potenciar su imaginación y manipulación de objetos.
Por otro lado,
lo que se quiere con esta ley es separar a los niños según sus capacidades,
haciendo así discriminación por su dificultad de aprendizaje, y esto conlleva
un rechazo por sus propios compañeros. (Diferenciación de “listos” y “tontos”).
A parte, los
niños estarán obligados a realizar un examen de evaluación en determinados
cursos, para optar a pasar de curso o no. (En 6º de primaria y en secundaria
también). Y yo, estoy totalmente en desacuerdo, puesto que los niños ya se están
esforzando día a día en sus tareas educativas y sus exámenes. Y lo aprendido se
muestra día a día con trabajo constante, por lo que no hay que fijarse solo en
el resultado final sino en el progreso.
Otro aspecto a
destacar, es que los alumnos que realizan 3º de la ESO, han de tener ya claro
lo que querrína hacer o no con su vida, si dedicarse a seguir estudiando o
salirse para trabajar. En todo caso, las opciones que tiene serían las
siguientes: hacer el bachillerato o cursar un ciclo formativo de grado medio,
sin opción de realizar otra cosa, puesto que cualquier alumno puede estar
indeciso en querer seguir sus estudios. Muchos alumnos a esa edad, están ya
“cansados de estudiar” y poco motivados, y prefieren salir del instituto para
trabajar.
Además, se
quiere quitar la selectividad y se cambiará por otra prueba de acceso
(“reválidas”) para cada universidad, impuesta por la misma. Algo que reduce las
posibilidades a los aquellos que quisieran acceder, puesto que ya no tendrían
la posibilidad de entrar a cualquier
universidad con una nota general, sino que el grado de dificultad de las prubas
las marcaría la propia universidad.
También, es
importante mencionar el tema de las becas. Será más difícil que las concedan a
determinadas personas, ya que habrá una nota mínima de 6’5 para que la den.
Esto provoca que las familias más “desfavorecidas” económicamente no puedan pagar
los estudios de sus hijos.
Con todo esto,
llegamos a la conclusión de que en España tenemos una ley cada cinco años
más o menos, lo que nos hace ver que no somos capaces de ponernos de acuerdo en
el sistema educativo que queremos para los futuros ciudadanos; así como también
podemos ver que cada partido que gobierna antepone sus intereses a los del
conjunto de la sociedad sin ningún consenso, así como la Educación, o el
bienestar de los ciudadanos.
En segundo lugar, podemos decir que esta
ley que estamos tratando es una ley conservadora y consideramos que es un
retroceso para la Educación. Promulga menos recursos para los que menos tienen y
necesitan, potenciando lo privado. Defienden poner evaluaciones externas para
cuestionar el trabajo que realizan los docentes en los centros y el
funcionamiento de estos y del propio sistema, así como también establecer un
sistema de ranking.
Concluimos con que, en nuestra humilde
opinión, las personas que se encargan de realizar
cambios en las leyes de educación, son personas que no tienen realmente
constancia de la educación verdaderamente como tal. No son personas dedicadas a
ella plenamente. Las personas que proclaman estos nuevos cambios, son personas
con cargos políticos, los cuales tienen un poder económico importante, y está
claro que para sus hijos prefieren además, una educación privada.
Ahora plantamos
una cuestión, ¿por qué la educación se tiene que privatizar? ¿Acaso lo que
quiere el ministro Wert, además del gobierno, es hacer una sociedad que viva en
la ignorancia y que no sepa nada de nada, para así no poder defenderse? ¿Por qué sólo estas medidas perjudican a la
educación pública? En todo caso, es que todo esto sólo influye de manera
negativa a los alumnos con más dificultad para obtener la educación primaria y
secundaria obligatoria.